jueves, 6 de noviembre de 2014

American visa de Marcelo Rioseco



Sigo leyendo porque siempre me reconcilio. Es como un matrimonio que se quiere y al final siguen juntos, no importan demasiado las peleas. Pero ¿Cuántos libros malos hay que leer para sacar una pepita de hora? Por lo menos hay que sacar 10.000 kilos de material. 

 

American visa de Marcelo Rioseco


Rioseco me hizo acordar a Casciari con sus historias por España. Es verdad que Casciari es un humorista y Rioseco un jugon, pero ambos hablan del exilio, de la mirada desde afuera. Del descubrimiento y la crítica. Del asombro continuo y de la belleza que queda. 

El viaje de American Visa es un viaje literal. Es un viaje de Chile a Estados Unidos, al centro del mundo. Es un viaje al imperio desde el país con más desigualdades de América. No es un libro de humor pero te ríes. NO es un libro de viajes pero conoces, no es un libro iniciático pero algo empieza. 

La muerte del padre de Karl Ove Knausgard


A mi próximo hijo lo bautizo como Karl Ove, lo mismo que yo me llamo Erling de segundo nombre.  Cada vez que leo un libro como este, La muerte del padre, siento una profunda envidia por el don que les fue regalado a estos condenados escritores

La muerte del padre es un libro directo y poético. Un libro que cuenta la historia de un niño y adolecente que va viendo como se vienen abajo todos sus referentes: padres, abuelos, amigos, novias… todos. No queda nadie en pie, hasta que se enfrenta a la muerte del padre y el mismo cae.

Es un libro de tal honradez y belleza que parece mentira que se pueda escribir así, en épocas de ficción basura. Es un libro profundo, muy profundo y bello.  A pesar del tema, el libro no es triste. Es un libro en el que te empiezas a balancear en su poesía y no puedes dejar de leerlo.